jueves, 29 de enero de 2009

¿Cómo construir un motor sencillo?

un trozo de madera de 8 cm de ancho x 10 cm de largo x 1,5 cm de alto
1,50 metros de alambre de amarra galvanizado
6 metros de alambre de timbre (alambre de cobre con cubierta plástica)
dos clavos de una pulgada
dos clavos de tres pulgadas
una batería alcalina de 9 volt
huincha de aislamiento eléctrico
un martillo
un alicate




1. Enrolla el alambre de timbre sobre cada uno de los clavos grandes. Empieza a enrollar desde la cabeza del clavo. Preocúpate de dejar, tanto al empezar a enrollar como al finalizar, unos 10 cm de alambre sin enrollar.



2. Construye ahora la bobina, que es el elemento que va a girar. Dobla el alambre galvanizado en forma de cruz. Uno de los ejes de la cruz debe ser más grueso, por lo que el alambre debes doblarlo unas 4 veces en el eje grueso y sólo una vez en el otro eje. La cruz tiene un ancho y largo de 4 cm.



3. Enrolla alambre de cobre en los extremos más gruesos de la cruz. Deja el centro de la cruz libre. Enrolla desde ahí hasta el extremo y luego, sin cortar, enrolla nuevamente en el mismo sentido: del centro al otro extremo del alambre. La cantidad de vueltas debe ser igual en ambos extremos, y deben quedar dos extremos del alambre de cobre sin enrollar, paralelos al eje de la cruz. Para que hagan un buen contacto, sácales el material aislante.



4. Como se trata de que el objeto gire, debes construir un par de soportes con alambre galvanizado. La altura que debe tener el eje de rotación de la cruz es ligeramente superior a la altura de la mitad de los clavos, vale decir, tiene que quedar sobre el enrollado más ancho.



5. La conexión final debes hacerla en serie: un elemento tras otro. Fíjate en el dibujo de más arriba. Recuerda que debes eliminar el material aislante de todos los extremos que estarán conectados. Una vez que cierres la conexión, el motor comenzará a girar.

Atracción y movimiento

La electricidad es un fenómeno que está a diario con nosotros. Los griegos ya la conocían, de allí que fenómenos como magnetismo y electricidad se denominan así porque tienen su raíz en materiales utilizados por ellos: la magnetita, que es un mineral de la isla de Magnesia, y el ámbar, que en griego se denomina elektron.

Pero no es hasta principios de este siglo que se ha podido comprender mejor este tipo de fenómenos eléctricos. Hoy entendemos un átomo como un sistema formado por partículas, entre las cuales se destacan los electrones, los protones y los neutrones. Estos últimos están unidos por una fuerza llamada fuerza nuclear fuerte; los electrones, en cambio, giran en torno al núcleo gobernados por la fuerza electromagnética, mucho menos intensa que la nuclear. Debido a ello, los electrones pueden "escapar" de unos átomos hacia otros.

Cuando las cargas eléctricas están en movimiento, como por ejemplo los electrones a través de un alambre de cobre, generan una fuerza llamada magnetismo. Magnetismo y electricidad son complementarios, por eso se habla de fuerza electromagnética. Existiendo cargas en movimiento (corriente eléctrica), se producirá magnetismo. Y, si tenemos una fuerza magnética variable, se producirá corriente eléctrica.

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